La experiencia en el maternal del preescolar Francisco de Miranda me llenaba de muchas expectativas, puesto que la unidad educativa cuenta con un espacio físico amplio, lo cual me daba la impresión de que los niños y niñas de este centro trabajaban con una gran libertad y diversión, sin embargo al presenciar y asistir,la realidad es otra, realmente el mobiliario es carente a las necesidades e intereses de los niños y niñas, tomando en cuenta las edades de los maternales, por otra parte necesitan de variedad de instrumentos, materiales que llamen la atención del niño y niña de tal manera que se pueden desarrollar destrezas, habilidades, por parte de la exploración de cada uno de ellos generando así un aprendizaje realmente significativo.
Tomando en cuenta la llegada de las participantes del grupo de didáctica, a mi parecer hubiese sido enriquecedor que se asistiera en pequeños grupos, puesto que de esta manera se pudiera apreciar con facilidad las conductas de los niños y niñas además de observarlos de forma espontánea, puesta que la presencia de tantas personas cohibieron sus acciones.
Por otra parte, la visita a este centro sirve de gran reflexión en la experiencia docente, ya que somos nosotras las maestras quienes debemos asumir la responsabilidad del aula, ambientarla, distribuirla correctamente, y suministrarla de todos aquellos materiales que fomente el proceso educativo en los niños y niñas, además debemos ser nosotras las participes en el mejoramiento del proceso educativo partiendo del mobiliario de la escuela en general y finalmente en cada uno de las aulas, ya que la responsabilidad y motivación deber promoverse de las docentes en general.
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